Alimentación

En los últimos años ha habido un creciente interés sobre la seguridad alimentaria y en particular sobre los métodos utilizados para reducir y eliminar patógenos de productos frescos.

Los métodos tradicionales de desinfección giran en torno a la utilización de productos químicos como el cloro, específicamente en el enjuague y lavado. 

El cloro es ampliamente utilizado en estos procesos, pero tiene un efecto limitado a la hora de eliminar bacterias en las superficies de frutas y hortalizas. Además existe una gran preocupación respecto a los productos derivados del cloro y sus efectos sobre la salud y el medio ambiente.

El ozono se está convirtiendo en una solución alternativa al proporcionar unos beneficios adicionales. El ozono mata virus y bacterias como Escherichia coli y Listeria mucho más rápido que el cloro u otros agentes químicos, y está libre de residuos químicos al descomponerse en oxígeno.

Hay gran variedad de aplicaciones en la industria alimentaria para el ozono. Pregunte a nuestro departamento comercial.

CONTENIDO

EL OZONO EN LA AGRICULTURA

El ozono es un desinfectante universal que puede oxidar la materia orgánica y compuestos inorgánicos, destruir virus y bacterias y otros patógenos. Durante más de un siglo ha sido utilizado para procesos de tratamiento de aguas y solo recientemente ha tomado gran protagonismo en la industria de alimentación y agricultura.

El ozono actúa rompiendo las paredes de las células patógenas y es un método mucho más efectivo que el cloro, pues con solo 0,4 ppm durante cuatro minutos es capaz de eliminar bacterias, virus, mohos y hongos. El ozono es un compuesto muy inestable, con una vida media muy corta, que una vez realizada su labor de desinfección, se descompone forma de oxígeno.
El aumento en las exigencias de los consumidores y de las reglamentaciones actuales, han dado como resultado un análisis exhaustivo de la selección de desinfectantes utilizados en los procesos de lavado de frutas y verduras. El ozono juega un papel importante en estos procesos, pues a diferencia de otros sistemas, no deja residuales químicos sobre el producto ni en el agua de lavado.

Con el uso de ozono en el lavado de alimentos y la posterior ozonización del agua usada, se reduce enormemente el consumo de esta, con la reducción de costos que ello implica (sobre todo en industrias de gran consumo de agua como las plantas de procesado de frutas y verduras).

AGUA DE LAVADO PARA FRUTAS, VERDURAS Y HORTALIZAS

Las frutas, hortalizas y verduras, después de su recolección, pueden llegar contaminadas en su superficie por trazas de pesticidas y herbicidas. Estos productos químicos tienen la propiedad de ser bio-acumulables en nuestro organismo y después de un periodo de varios años pueden causar serios problemas a nuestra salud.

El ozono es muy eficaz contra los microorganismos de las frutas, hortalizas y verduras, en especial contra los E. Coli y contra los mohos y levaduras. Actúa de forma eficaz contra la Ralstonia Solanacearum que puede producir grandes pérdidas en el sector de la patata, tomate y tabaco.

De forma especial, esta bacteria, Ralstonia Solanacearum, debe ser eliminada en la industria de procesado de patatas, no solo por las pérdidas importantes que se pudieran producir en el producto, sino porque el agua que se ha usado en el lavado está fuertemente cargada en dicha bacteria y debe ser tratada de forma efectiva antes de su vertido.

AGUA DE LAVADO PARA DESINFECCIÓN DE LECHUGAS

Con el fin de eliminar la contaminación, no solo química, sino también microbiológica, estos productos suelen ser lavados con agua, pudiendo ser estos por inmersión o por duchas.

El lavado con agua no suele ser suficiente para evitar que esta contaminación se elimine de forma eficaz, lo cual puede provocar pérdidas importantes de producto en el proceso de almacenamiento por efecto de putrefacción. Es importante resaltar que estos lavados van acumulando microorganismos y productos químicos en el agua lo que supone un consumo muy alto pues no puede ser reutilizada.

El ozono juega un papel muy importante en el proceso de lavado, no solo por su poder de desinfección en la superficie de los alimentos y la eliminación de pesticidas y herbicidas, sino que además nos permite reutilizar el agua para el proceso. Con esto conseguimos grandes ahorros en el consumo de agua y la que vertemos a colector público, está totalmente tratada.

La utilización de ozono en el lavado de lechugas nos permite obtener un agua con un grado de pureza inalcanzable por otros métodos. Su poder de desinfección y la ausencia total de productos químicos en el producto hacen de este sistema la elección ideal para este tipo de procesos.

Con residuales de ozono de 2 ppm en el agua de lavado se pueden obtener reducciones de contaminación en superficie superiores al 90%, que son iguales o mejores que las conseguidas con niveles de cloro de 50 ppm.

La otra ventaja es que posterior al lavado, el agua usada no queda contaminada y el producto no tiene alteraciones en el color, calidad y textura, aumentando en ocasiones la vida media del mismo.